Las protestas estudiantiles al principio son pacíficas, pero luego que terminan y llegan al Congreso, empieza la batalla campal entre carabineros y encapuchados.
A los niños que participan en los talleres de basketball, coro, radio y televisión, así como los alumnos que tienen clases en la tarde, se deben tapar la boca o ponerse algo en la nariz, tomar agua o comer limón, ya que el carro lanza gases, conocido como ¨zorrillo¨, y los carabineros lanzan demasiadas bombas lagrimógenas.
Matías Yáñez, 6°A