Como todos recordarán, las pasadas «vacaciones» (entre comillas porque deberíamos haber estado en clases en ese momento) todos los notebook del colegio fueron robados por unos truhanes.
Meses pasaron y estuvimos con un solo computador, el PC. Pero el día que escribí esto al llegar pensé que estaba soñando cuando me vi rodeado por 23 notebooks. Ese fue uno de los días más felices que he tenido en el Taller de Periodismo.
Los notebooks no funcionan precisamente de maravilla, pero, al menos, ya podemos trabajar y entregar mucho más rápido «El Espía Ignaciano» cada mes.
Carlos Abello, 8ºA